Aproximadamente la mitad de las personas con psoriasis experimentan cambios en las uñas de los pies. Esta dolencia se presenta tanto en mujeres como en hombres, de todas las edades y aunque no es contagiosa, es antiestética y a veces dolorosa pudiendo llegar a afectar la calidad de vida del paciente.

La psoriasis es una enfermedad crónica del sistema inmunológico que afecta principalmente la piel y que evoluciona por placas en brotes, más o menos extensos y escamosos según la persona, y que puede aparecer en diversas regiones del cuerpo.
La psoriasis aparece con mayor frecuencia en un terreno genéticamente predispuesto, asociado a varios posibles factores desencadenantes: estrés, shock emocional, fatiga intensa, sobrepeso, diabetes, alcohol o tabaco, etc.
La psoriasis ungueal ataca la matriz y el lecho ungueal y puede afectar a una sola uña o a las de todos los dedos de los pies.
En la fase inicial se produce un cambio en el color de las uñas, que adquieren un tinte amarillo anaranjado. A medida que avanza la enfermedad se puede producir un desprendimiento de la parte final de la uña (onicólisis). Las uñas se vuelven blandas, quebradizas y arenosas.
El diagnóstico se realiza a partir de la observación de la uña y por la presencia de psoriasis en otras partes del cuerpo. Además, con el fin de afinar la diagnosis y de controlar la eficacia de la terapia, se suelen practicar cultivos al inicio y durante el tratamiento.
No existe un tratamiento generalizado, cada paciente tiene su propio tratamiento. Los pacientes suelen venir a la consulta diagnosticados y tratados por su médico dermatólogo. Los tratamientos se indican conforme al grado de afectación de la uña y al criterio del médico.
En algunos pacientes la terapia con láser ha dado buenos resultados.
Nuestro objetivo es evitar que empeore la enfermedad y que nuestro paciente pueda realizar sus actividades diarias con normalidad.
El primer paso, y sin importar el grado de afectación, es tomar medidas generales de cuidado de las uñas como: evitar los traumatismos, la humedad constante, pulir las asperezas y mantenerlas cortas.
- Recortar las uñas con regularidad. Manténgalas cortas para evitar lesiones.
- Mantenga sus uñas limpias. Las lesiones de la piel circundante pueden desencadenar brotes de psoriasis.
- Evite limpiarse las uñas con un cepillo de uñas o un objeto afilado para prevenir su separación.